Nina Minina, la felina más destroyer de la Red, es por naturaleza mal hablada, chisposa y arisca con la especie terrícola. Se confiesa anti-San Valentín, al que le gusta llamar San Tontín. Contradictoriamente, ya desde sus años de coletas, ha sido fiel al género romántico, empezando sus primeras lecturas dulcinómanas con Esther y su mundo. Un buen día, empachada de perdices, acudió a urgencias. donde tras un lavado gástrico, decidió escribir su propia vivencia, fruto de una noche disparatada, que dio lugar al nacimiento de su primer bastardo literario, Ni comigo ni sin mí, un libro sin precedentes y todo un éxito en Amazon. Antibesos recién levantada, cafeinómana, choniadicta por vocación, friquifílica sin parangón, fan del peinado de Iker Jiménez, lectora chick lit devota, seguidora a muerte de Fangoria, amante bandida del look animal y sus variantes más estridentes, no tiene pelos en la lengua ni teme decir las cosas por su nombre más vulgar o directamente inventado por ella misma.