Las batallitas que te cuentan tus mayores transpiran emociones que callan o dicen las mujeres como Carmen. Nosotras, sus descendientes, repetimos esos errores y aciertos por la inercia de las raíces. Las nietas sienten como las abuelas.El sofá de Carmen es una conversación a través de las fotografías de unos viejos álbumes de fotos. Este es un viaje por la memoria, donde nos paramos a saludar a las viejas amigas, temblar por un bombardeo, reprochar la ausencia de un padre, lamentar un amor elegido y celebrar todo lo que sí fue.Entre el recuerdo, la invención y el ojalá, Carmen y su nieta pasean por momentos felices y otros que no lo son tanto, pero que forman parte de esta anciana vivaracha que siempre que celebra un cumpleaños dice quiere vivir, al menos, cinco años más.